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viernes, 5 de octubre de 2012

[TPR] VAMOS POR UNA COORDINADORA EN DEFENSA DEL FIT - 5/10/2012

SE TERMINÓ EL MITO K DEL 54%, YPF Y MALVINAS. VUELVE EL ESTUDIANTAZO Y LA LUCHA CONTRA LOS GOBIERNOS DEL AJUSTE. LA DERECHA Y EL FAP QUIEREN RETOMAR LA INICIATIVA COMO EN 2009 POR MEDIO DE LOS CACEROLAZOS. CRECE LA PROTESTA AL INTERIOR DEL APARATO REPRESIVO. EL FIT TIENE QUE INTERVENIR PARA QUE LA SALIDA A ESTA SITUACIÓN PRERREVOLUCIONARIA SEA POR IZQUIERDA

VAMOS POR UNA COORDINADORA
EN DEFENSA DEL FIT
QUE ORGANICE, DISCUTA Y LUCHE CONTRA CRISTINA, EL FAP Y LA DERECHA SOJERA
La situación política avanza rápidamente en la Argentina y en octubre las trabajadoras y la izquierda tenemos una agenda cargada para salir a tomar las calles. El 4 tenemos la marcha de los estudiantes secundarios de Capital Federal contra la reforma anti-educativa de Macri y Cristina. El 6, 7 y 8 (valga la ironía), tenemos un nuevo Encuentro Nacional de Mujeres (ENM) en Posadas-Misiones donde el debate estará centrado en la lucha por el aborto, la violencia de género, las redes de trata y la prostitución.
El 7 de octubre, a su vez, se realizarán dos elecciones presidenciales donde se definirá un nuevo mapa político para América Latina: elecciones en Venezuela fuertemente polarizadas entre Chávez  y Capriles y elecciones en Brasil donde desde la izquierda está planteado disputar el balance político de un año marcado por las huelgas obreras contra el gobierno del PT y Dilma Rousseff.

Inmediatamente después, el 10 de octubre tenemos la primera movilización convocada por el binomio CGT (Moyano) – CTA (Micheli) a Plaza de Mayo en casi una década de gobierno kirchnerista. La misma pondrá sobre la mesa importantes reclamos para los trabajadores pero su objetivo no es largar un plan de lucha hacia la huelga general sino canalizar la bronca, legitimar su programa de compromiso con los partidos capitalistas y legitimarse a sí mismo como luchadores. Por eso, es una condición excluyente participar de la movilización como parte de una columna delimitada del gobierno y la oposición del FAP y la derecha postulando como alternativa política al clasismo y la izquierda del FIT.

Por último, el centro político de este mes será la movilización del 20 de octubre por el aniversario del asesinato del compañero Mariano Ferreyra. En oposición al 27 de octubre (la fecha de los K por la muerte de Néstor Kirchner) y el 8 de noviembre (la fecha de la protesta destituyente del FAP y la derecha), el 20 de octubre tiene que ser una jornada obrera y socialista de reivindicación de una salida por izquierda contra el gobierno de Cristina, el FAP y la derecha sojera.  

Esta agenda de lucha denota como una completa farsa la pretendida hegemonía kirchnerista sobre el movimiento popular que alegaban los apologistas del 54% de octubre de 2011. Muy por el contrario, junto a las movilizaciones del verano contra la megaminería, por la masacre de Once y contra la Ley Anti-terrorista, demuestran que, al cumplirse recién el primer año de su nuevo mandato, la política pro-ajuste del gobierno de Cristina ha colocado nuevamente el centro en la discusión electoral contra el kirchnerismo de cara a las legislativas de 2013 y ese cuestionamiento al bonapartismo kirchnerista está siendo procesado hoy mismo por medio del protagonismo inocultable de movilizaciones callejeras multitudinarias. Sin ningún lugar a dudas, para marcar la agenda por izquierda está planteado ganar las calles con banderas desplegadas.

VUELVE EL ESTUDIANTAZO Y LOS CACEROLAZOS: VUELVEN LOS LEVANTAMIENTOS POPULARES CONTRA EL GOBIERNO POR IZQUIERDA Y POR DERECHA

La situación prerrevolucionaria argentina reabierta con la crisis campo-gobierno de 2008 tuvo su punto más agudo con la derrota electoral del kirchnerismo en julio de 2009 y el proceso de levantamientos populares a lo largo de 2010 y 2011 (la histórica lucha de Kraft, el piquetazo por los planes Argentina Trabaja a fines de 2009, el Estudiantazo de 2010, Parque Indoamericano, la huelga docente y petrolera en Santa Cruz, la lucha de la inter-hospitalaria en Córdoba por meses, el Villerazo a nivel nacional con la ocupación de tierras en Jujuy, la lucha de los originarios a través de los Qom y un largo etcétera) que mostraba la fuerza iniciativa por izquierda que engarzaba con el fantasma de las rebeliones populares de 2007 (Santa Cruz, Neuquén y Salta) y se diferenciaba claramente del periodo 2008 donde la lucha popular se paralizó bajo la polarización campo-gobierno y la triple alianza burocracia-gobierno-patronal.

Las elecciones de 2011, justamente, jugaron un rol plebiscitario donde los partidos patronales buscaron legitimarse para aplacar la lucha popular. No faltaron los izquierdistas desorientados que, frente al “triunfo de los oficialismos”, declararon cerrado el proceso abierto por el Argentinazo y pronosticaban prácticamente un futuro eterno para el kirchnerismo. Desconocían, de esta forma, los límites insalvables de un régimen de camarillas montado en un seudo nacionalismo en decadencia de contenido capitalista en el marco de la bancarrota capitalista mundial. Mistificaban, por lo tanto, la capacidad de la emisión monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos y el saqueo permanente de la ANSES como fuente de financiamiento para rejuvenecer al kirchnerismo en su bancarrota terminal. Se equivocaron.

El Estudiantazo empalma con la tendencia a la lucha educativa en Chile y Brasil. Se trata de una tendencia continental e inclusive mundial como muestra el Estudiantazo en Quebec o las marchas en Europa. Retoma el movimiento de 2010 e incluso llegó a superarlo extendiéndose a más de 50 colegios. Ante la total desorientación de la izquierda, por lo tanto, se confirmó punto por punto la justeza del pronóstico del V Congreso del FEL donde caracterizamos que “está planteado profundizar el camino de las tomas”. A su vez, para aquellos que confiaban en la capacidad de la OES para dirigir un nuevo Estudiantazo (porque “no es necesario ser de izquierda para ser independiente del gobierno y salir a luchar”) los “aprendices de brujo” han liberado fuerzas mucho más allá de lo que esperaban y ahora se debaten junto a los kirchneristas en cuál es la mejor manera de levantar las tomas a cambio de nada. Se confirma, de esta manera, que sólo la colaboración política activa de la izquierda y los independientes en los marcos de la CUES puede construir una dirección que represente efectivamente los intereses de los estudiantes en lucha.

Por otra parte, los cacerolazos del 1 de Junio y sobre todo del 13 de Septiembre mostraron una multitudinaria movilización de la clase media y algunos sectores de trabajadores detrás de un planteo destituyente fogoneado por el FAP y la derecha. Que se entienda bien: no se trata de una “conspiración” como plantean los opinólogos kirchneristas, porque su contundente masividad atestigua su carácter legítimo, sino una protesta destituyente de clara filiación política patronal pues empalma con la juntada de firmas del FAP contra la reelección y la campaña mediática para construir una variante de recambio patronal al gobierno. “Tal es el objetivo del Grupo de Acción Política para la Unidad (GAPU), que integran conocidos dirigentes contrarios al Gobierno nacional y que militan en el PRO, el Peronismo Federal y Unión por Todos, entre otras fuerzas. Enviaron una carta a varios referentes de la oposición, entre ellos, Fernando Pino Solanas y Hermes Binner”, (Noticias Urbanas, 18/09).

En esta misma línea, el propio Cristian Ritondo del PRO salió a plantear la necesidad de “una táctica frentista para derrotar al kirchnerismo” para “hacer como en Venezuela plantea Capriles: un solo candidato de la oposición” y, de esta forma, “expresar la pluralidad republicana que se expresó en los cacerolazos”. Es en esta misma línea de colaboración política entre el FAP y la derecha (no sin chispazos y cortocircuitos) que se plantea la colaboración entre Moyano y Micheli en lo cual vendría a ser una suerte de FADESS argentino (reagrupamiento sindical venezolano con una fuerte impronta del MUD-Capriles).

El rol de Binner y Pino, en este sentido, ha sido absolutamente nefasto porque, una vez más, se revelan como la pata izquierda de la derecha sojera. Lo mismo vale para el MST, el PCR e incluso la propia Izquierda Socialista que (al igual que en Venezuela) pretende estar al mismo tiempo en el FADESS y en el FIT. La posición del PO, en sintonía con su apoyo crítico a Syriza para “captar el viraje histórico de las masas”, se basó en criticar que eran sólo contra el gobierno. Es decir, que estas marchas serían un anticipo del “que se vayan todos” cuando, por el contrario, la única consigna que se repetía era “¡Fuera Cristina!”, “ni Cuba ni Venezuela”. El PTS, por último, realizó un correcto repudio a la movilización y al apoyo del FAP y Pino a la misma pero se demostró impotente para presentar una política alternativa de ganar la calle por los reclamos junto a la izquierda de cara al próximo 20 de octubre. Una crítica formalmente correcta que traduce más la presión de la propaganda kirchnerista antes que una campaña para que intervengan los sindicatos. 

LA PROTESTA DE GENDARMERÍA Y PREFECTURA: UN SÍNTOMA PROFUNDO DE LA CRISIS Y DE LA DISGREGACIÓN DEL APARATO REPRESIVO DEL ESTADO. IMPULSEMOS LA REBELIÓN DE LOS REPRESORES Y LOS TRABAJADORES CONTRA EL GOBIERNO DEL AJUSTE

Una situación similar se produce con la protesta de miembros del aparato represivo en relación a la aplicación del decreto 1307 que reducía hasta un 60% el sueldo de uniformados de ambas fuerzas en oposición a su reclamo de sueldo mínimo de $7000 y aumento "acorde a las jerarquías" "en igualdad de trato" y "sin discriminación". La protesta copó la situación política los últimos días y llegó al extremo de que sectores kirchneristas lo señalasen como un intento de golpe de estado en Argentina estilo Paraguay o Ecuador en 2010 en respuesta al reclamo destituyente de las cacerolas. Sin embargo, muy lejos de expresar una movida golpista de la oposición, todos los bloques patronales en el Congreso sacaron una declaración común llamando a “respetar los canales institucionales”, es decir, se colocaron en defensa del ajuste kirchnerista. Finalmente, debido al desarrollo impetuoso del movimiento y la convocatoria cierta de una movilización a Plaza de Mayo, el gobierno primero removió la cúpula de las fuerzas y luego dijo que hubo una “mala aplicación” del decreto presidencial por parte de las dependencias administrativas que desvirtuaban el objetivo que era “recortar a quienes cobrasen más de $12000, o sea, al 10% superior de las fuerzas”.  Este reclamo, vale recordar, empalma con la protestas de policías en Santa Cruz, Chubut y Misiones principalmente por materia salarial y en Córdoba en defensa del 82% móvil contra su retiro de la caja provincial de jubilaciones.

Ante esta enorme crisis política, la izquierda fumó en pipa. El PTS, haciendo gala de un sectarismo democratizante sin igual, se opuso a defender la protesta salarial porque eso sería reforzar al aparato represivo contra los trabajadores. De esta forma, aunque suene ridículo, se suma a los argumentos delirantes de la derecha de que los choques entre Garré y Berni en realidad expresarían que “el revanchismo montonero quiere desmantelar el aparato represivo bajando sueldos y presupuesto”. Un pavada que es funcional a la política de ajuste kirchnerista y de la oposición patronal.

A su vez, al decir que “los represores no son trabajadores” no hace más que decir una verdad a medias porque, si bien es correcto afirmar que no son lo mismo que cualquier trabajador, es absolutamente correcto afirmar que son funcionarios asalariados y que, en esa medida, es absolutamente correcto reclamar que no recorten sus sueldos y que su sueldo mínimo este compuesto por un básico que arranque del mismo mínimo que necesita cualquier trabajador: un salario mínimo igual a la canasta familiar.

Por último, el debate sobre si “hay una ruptura de mando en apoyo a la clase obrera” es de una puerilidad ultraizquierdista sin igual. Nadie en este país cree que haya una situación de doble poder donde efectivos militares puedan sumarse a milicias obreras. Eso es una estupidez. El debate es que hay una crisis política al interior del aparato represivo y, en ese marco, corresponde a los trabajadores y la izquierda alentar la discordia entre represores para avanzar posiciones contra el gobierno y la cúpula. Ya desde las 21 condiciones de admisión a la IC, los revolucionarios planteamos que “4. - Dentro del deber de divulgar las ideas comunistas merece mención específica el desempeño de dicho deber en el ejército, con una actividad de propaganda sistemática y enérgica. Allí donde tal labor de agitación se vea impedida por las leyes de excepción, hay que llevarla a cabo clandestinamente. El rechazo a desempeñar semejante tarea equivaldría a repudiar el deber revolucionario y es incompatible con la pertenencia a la Internacional Comunista.” Por el contrario, la posición democratizante del PTS raya con el anarquismo cuando plantea la lucha contra el aparato de represión como un acto de abolición unilateral del mismo por medio de la violencia y la organización popular, y no como un trabajo de zapa permanente y organización de células clandestinas y organizaciones de masas dentro del propio aparato represivo por parte del partido revolucionario como parte de su tarea por DIVIDIR Y GANAR a la base, los rangos medios e incluso algunos elementos de la cúpula contra la represión a la protesta popular y contra la política anti-obrera y anti-nacional del gobierno. A su vez, demuestra una fuerte adaptación a la burocracia sindical, dado que tanto con el reclamo policial en Córdoba por el 82% móvil como en el caso de prefectura y gendarmería la burocracia no busca la sindicalización de los mismos y el pleno derecho de huelga contra el gobierno, porque la burocracia plantea los sindicatos como un instrumento de regimentación sindical antes que un instrumento de lucha contra el Estado capitalista en crisis al extrema de ajustar contra los propios represores que garantizan la opresión clasista.

El PTS, por lo tanto, no se plantea intervenir en la crisis del aparato represivo no porque “los represores no son trabajadores” (puerilidad izquierdista) sino porque su consejismo democratizante hace abstracción de la organización profesional de un partido revolucionario que combine el trabajo legal y clandestino en la lucha por la destrucción del aparato represivo del Estado y la instauración de la dictadura del proletariado. Por lo tanto, desde la TPR le respondemos al PTS: sin DIVISIÓN, NEUTRALIZACIÓN y FORMACIÓN DE CÉLULAS CLANDESTINAS Y ORGANIZACIONES DE MASAS al interior del aparato represivo no hay revolución social posible.

Frente a semejante discusión estratégica en el marco de una situación prerrevolucionaria, IS apoyó sin más “todas las luchas contra el gobierno” en la misma línea de los cacerolazos y el PO prefirió limitarse a constatar la crisis entre Berni y Garré (como si eso impugnase el reclamo salarial y la división por arriba no fue una condición necesaria para el desarrollo de cualquier movimiento por abajo) y no apoyó el reclamo salarial como hizo con otras protestas de represores traduciendo así una fuerte adaptación al democratismo anarquizante del PTS y un virtual abandono de su propia política militar proletaria.

PARA QUE ESTE ENM LA INICIATIVA POLÍTICA SEA DE LA IZQUIERDA: VAMOS POR UNA COORDINADORA NACIONAL DE MUJERES IMPULSADA POR EL FIT

En el terreno del movimiento de mujeres, esta misma desorientación y tendencia a la disolución por parte de la izquierda que se referencia en el FIT tuvo su expresión en la marcha por el derecho al aborto en la cual la izquierda se negó a conformar una columna con la consigna “Contra el gobierno de Cristina, la derecha y el FAP, vamos por el ABORTO legal, seguro y gratuito” planteando que “no tiene sentido”. ¿Conclusión? La izquierda fue proscripta de las reuniones de organización de la jornada y le fue negado el uso de la palabra en la radio abierta procediendo a sí a su lisa y llana disolución actuando como perfectos forros de la Campaña por el Derecho al Aborto. Algo similar a lo que sucedió en secundarios luego de que abandonaron la CUES y fueron a disolverse detrás de la CEB y la FES. Por el contrario, para lograr el desarrollo de un movimiento de mujeres independientes, tenemos que poner en pie una COORDINADORA NACIONAL DE MUJERES en oposición al Consejo de la Mujer dirigido por La Cámpora y como alternativa a las múltiples campañas por el derecho al aborto o la violencia de género capitaneadas por una u otra variante patronal. En este sentido, cabe destacar que frente a la fragmentación sindical el PO largó una auto-denominada “COORDINADORA SINDICAL CLASISTA” la cual parecería que en algún momento pasaría a hacer las veces de “central sindical de la izquierda”. Sin embargo, fiel a la actual orientación empírica y oportunista de su dirección nacional, el PO no generaliza este método al resto de los frentes y tampoco desarrolla esta iniciativa en términos frentistas al resto de los luchadores en el terreno sindical.

PARA QUE ESTE 20 DE OCTUBRE SEA CONTRA EL GOBIERNO DE CRISTINA, EL FAP Y LA DERECHA: VAMOS POR UNA COORDINADORA EN DEFENSA DEL FIT

La conclusión final, por lo tanto, es que esta crítica estratégica ante la disolución del FIT nos plantea un reagrupamiento al interior de la izquierda y los luchadores de todos aquellos que compartan en mayor o menor medida estos señalamientos. Como votamos en nuestras Tesis Políticas-Organizativas de las recientes Conferencias Regionales de la TPR en Córdoba y Capital Federal, “de cara a este tumultuoso proceso político y a las próximas elecciones legislativas de 2013, tenemos que proceder a una reagrupamiento clasista marcando que la crítica de la TPR al FIT plantea el único camino para desarrollarlo como una oposición de izquierda contra el gobierno de Cristina, la derecha y el FAP mientras que la política anti-capitalista sólo lo lleva a transformarse en una variante sindicalera disimulada como un complemento del ‘ala izquierda’ del kirchnerismo y el FAP”. La verificación de esta situación dramática que atraviesa el FIT es que tanto los compañeros del PO como el PTS e IS se negaron a denunciar al gobierno de Cristina en los actos por Julio López y Mariano Ferreyra “para poder dialogar y convocar a la base kirchnerista”.

Naturalmente, en oposición a este rumbo de adaptación política, la creación de un nuevo instrumento político electoral de la izquierda cumpliría la doble función de luchar por integrar las candidaturas del FIT y apuntalar su desarrollo político por medio de organizar asambleas abiertas a todos los militantes y sus direcciones partidarias que apoyen al FIT, así como también permitir la construcción práctica de un espacio potencialmente alternativo que reagrupe y desarrolle a la izquierda del FIT. Representa, por lo tanto, pasar del ASÍ NO al ASÍ SÍ para dar una lucha política práctica en defensa de construir un instrumento político electoral que permita defender esa conquista clasista que son los 660.000 votos a la izquierda.

De esta forma, extraemos las conclusiones de nuestra propia actividad práctica durante 2012 donde en varias ocasiones hemos montado actos con otras organizaciones de izquierda (Convergencia Socialista, Asambleas del Pueblo, COR, Democracia Obrera, Izquierda Socialista, entre otros) para intervenir en la situación política, donde el FIT se negó sistemáticamente a participar por adaptación al kirchnerismo (YPF, Malvinas) o directamente por liquidación del programa internacionalista de la izquierda para limitarse a los estrechos marcos nacionales (actos por Sudáfrica, Siria, Pakistán, etc…). A su vez, este espacio será un instrumento para exigir el reagrupamiento de la izquierda que detrás de su crítica al FIT (MAS, Mella, Bandera Negra y grupos independientes) ocultan su creciente adaptación al kirchnerismo colocándose a la derecha del FIT. En este espacio, las críticas al FIT serán bienvenidas en el marco de la lucha por defenderlo y desarrollarlo como un instrumento frentista de toda la izquierda anti-imperialista y los luchadores en general. Se trata de la obligación (no la opción) de cualquier partido revolucionario en la construcción de un instrumento para separar a las organizaciones que se reclaman obreras y populares de la influencia política de la burguesía.

Por último, para despejar cualquier duda, nuestro método no será paralizar la Coordinadora en defensa del FIT en solamente un frente sino que, de entrada, partimos de la base de que daremos la lucha política porque adopte nuestro programa y nuestra doctrina revolucionaria. Como dijera el propio Altamira con absoluta claridad y cinismo, “los frentes abren un camino, al menos para las fracciones más lúcidas que realmente defiendan el frente”.  Por eso, a diferencia del PO que nos propone un PT donde no importa el programa ni la doctrina del mismo (o sea disolución del partido revolucionario en una formación electoral) nuestro método es abordar la dialéctica partido de trabajadores-partido revolucionario desde un punto marxista, es decir, peleamos por un programa revolucionario, defendemos la colaboración política electoral de la izquierda contra la burguesía y reclamamos la total independencia política y organizativa de nuestro partido dado que sus objetivos no se reducen a la conquista de las masas por medio de la campaña electoral sino que requiere ser un instrumento política y doctrinariamente homogéneo (un partido obrero de combate) que sea la barra de hierro para destruir al Estado capitalista e instaurar la dictadura del proletariado. Al servicio de esta lucha estratégica, planteamos la Coordinadora en defensa del FIT para defender y desarrollar a la izquierda que quiere ser izquierda contra la izquierda que busca disimularse detrás una u otra variante patronal.

LAS PIQUETERAS
AGRUPACIÓN DE MUJERES EN LUCHA

TPR
TENDENCIA PIQUETERA REVOLUCIONARIA
5 de octubre de 2012

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